Los consumidores demanda y compran bienes y servicios que necesitan para cubrir sus necesidades con el salario que obtienen por su trabajo. El nivel de vida de las familias es fundamental para valorar el nivel de bienestar de la sociedad.
Diferentes factores influyen en su poder adquisitivo:
1. El salario: los trabajadores al final de mes reciben una cantidad de dinero (salario neto). Esta cantidad se obtiene de restar al salario bruto una serie de impuestos (deducciones y cotizaciones a la Seguridad Social).
2. La estabilidad laboral: los contratos indefinidos o "fijos" permiten planificar a largo plazo los ingresos y gastos. Actualmente se han extendido los contratos basura, es decir, contratos con poca seguridad y baja remuneración.
3. La inflación: es la subida generalizada y persistente de los precios. Provoca que el dinero pierda valor porque con la misma cantidad se pueden comprar menos bienes. Se mide con el índice de precios al consumo (IPC) que se calcula mensualmente a partir de los precios de varios productos.
4. Endeudamiento: es el dinero que las familias deben a entidades bancarias y otras entidades a las que ha solicitado un préstamo. Este dinero debe devolverse a plazo pagando unos intereses (precio del dinero) que incrementan la cantidad solicitada. La compra de la vivienda es el principal motivo de endeudamiento de las familias, que deben destinar parte de sus ingresos al pago de las hipotecas o préstamos sobre la vivienda.
Por tanto, la renta de las familias se ve condicionada por los anteriores factores, determinando al mismo tiempo su consumo.
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